Harleen F. Schneider

~Descripción física: De estatura mediana y delgada, quizás demasiado delgada, con apariencia de una modelo y a la vez de una frágil muñeca de porcelana. Tiene piel tersa y pálida, como si nunca tomase el sol. Cabello castaño claro, ondulado hasta la mitad de la espalda, grandes y expresivos ojos azules y carnosos labios rosados. Se preocupa demasiado de su apariencia, nunca se la ve desarreglada.

~Descripción psicológica: De carácter fuerte, caprichosa, manipuladora y consentida, calculadora e inteligente, que le gusta que las cosas se hagan como y cuando ella quiere. Rebelde, altanera, irónica, algo arisca, a veces es muy poco educada.
Es camaleónica, una gran actriz, es capaz de fingir interés en cualquier cosa si eso le conviene. Es algo misteriosa, es difícil sabe que piensa cuando no se la conoce bien.
Tiene un fuerte sentido familiar y de amistad, puede ser muy mala si lo desea, pero si te ganas su corazón tendrás a la amiga más leal del mundo, ya que es capaz de defender con uñas y dientes a quienes quiere. Su sentido del humor un tanto retorcido.

~ Historia: Hija de un ex jugador de quidditch alemán, ahora convertido en empresario, llamado Leon Schneider, educado en Durmstrang y de Heidi Müller, diseñadora de túnicas exclusivas, que tuvo estudio mágicos particulares, ambos provenientes de importantes familias de magos en Alemania.
Es la última de 4 hermanos y la única mujer. Tiene una importante diferencia con sus hermanos, de los cuales el mayor tiene 35 años, con ellos tiene relación cercana ya que la sobreprotegen y consienten en todo.
Nacida en Berlín, Alemania, donde vivió hasta la edad de 5 años, cuando su familia se trasladó por asuntos de negocios. Fue criada para brillar cual estrella, para ser una señorita se sociedad y deslumbrar a cualquiera.
Su estadía en el colegio ha sido tranquila, siempre sabe como zafarse de buena forma de los líos en los que se mete. Es muy aplicada cuando lo desea, sin embargo a veces puede ser bastante perezosa, pero siempre puede arreglárselas para que algún chico haga sus tareas cuado no le apetece hacerlas.