Atardecer inolvidable [Astoria]

Su día había resultado ser bastante abrumador, suficiente tenia con los deberes escolares, como para ahora tener que cuidar a sus padres y demás, necesitaba un respiro, aunque no sabia donde conseguirlo, visito las mazmorras, pero estaban abarrotadas de Slytherin, no era que no le agradara pasar el rato con los de su casa, pero en ocasiones podían llegar a ser muy molestos; en los demás sitios encontró mas de lo mismo, Gryffindor, maestros o demás personales que le molestaban, ese no era su día, ya que sus ánimos de ir a bajar el autoestima de algún alumno eran escasos. Estaba apunto de resignarse y bajar a la sala común, cuando paso por su mente un lugar que casi siempre se encontraba vacío, la torre de astronomía; subió a toda prisa, no sin dedicar unas cuantas miradas fulminantes y comentarios ofensivos a quien obstruía su camino, y pasados unos minutos llego, se recargo en el barandal y miro al cielo, dejando escapar un suspiro.

Mientras se des estresaba un poco, escucho como alguien subía las escaleras, sin embargo no se movió ni nada, en cuanto alguien lo viese, seguro que se iba de la misma manera en la que había llegado, a no ser que fuese algún conocido, en cuyo caso, solamente se iría sin mas, al fin y al cabo ya todos sabían como se comportaba cuando estaba molesto, aunque la voz que escucho no fue ni de cerca alguien que le molestara, era ni mas ni menos que Astoria, esa chica, como le quitaba el sueño, pero nadie, ni ella podía saberlo.

-Lo mismo digo bonita, no esperaba una compañía tan agradable...que te trae por aquí As?.

Pocas veces se comportaba de una manera tan normal con la gente, pero ella sin duda alguna, no merecería un trato como el del resto, ya que no era como el resto, ese tono tan especial que tenia, le hacia ponerse nervioso, algo que en pocas ocasiones sucedía, y también provocaba que su forma de ser cambiara drásticamente, pocas veces se dirigía a alguien de una manera tan especial.

Los segundos corrían, y esos nervios se iban yendo poco a poco, aunque se mantenían en esencia, era inevitable, estaba enamorado de esa chica, aunque le costara aceptarlo, aunque esperaba que sus acciones no le delataran, si no, estaba en un grave aprieto. Tras escuchar sus palabras, mismas que le hipnotizaban, volteo a verla a los ojos, tenía unos ojos muy hermosos.

-Yo? pues, no lo se, me es agradable esta vista, y tu lo mejoras todo.

Decía aquellas cosas casi sin pensarlo, se le escapaban, y era algo que no le gustaba, odiaba que las cosas se le fueran así de las manos.

Aunque al ver el rostro de la chica se calmaba un poco, esperaba que esas cosas que mencionaba no le molestaran, ya que de lo contrario tendría que cambiar eso, su cabeza se volvía un mar de emociones cuando ella estaba cerca, no sabia si actuar como el chico malo de siempre, o ser algo mas sutil y cariñoso, todo eso era tan confuso.

La chica giro su rostro de manera extraña, no pudo ver mucho, salvo una de sus mejillas muy sonrojada, aunque no le dio mucha importancia, posiblemente había recordado algo y ese era el motivo de su sonrojo, no podía ser su comentario el motivo de ese coloramiento, ella con mucha seguridad, solo lo veía como amigo.

-Si, es muy hermoso, casi tanto como tu...

Que era eso? sonó increíblemente cursi, pero de nuevo, fue algo que no pudo controlar, que hacia ella para que cambiara tanto?

Tratando de no pensar mucho en aquello, inclino su cabeza un poco, recargándose suavemente en la de ella, mientras su mano derecha rodeaba los hombros de la chica y comenzaba a acariciarle el hombro derecho suavemente; las acciones de ella le dejaban fuera de si, que debía hacer? valoraba demasiado su amistad como para arriesgarse a algo.